Cardenal
Los cardenales, reunidos en el Colegio cardenalicio, son los consejeros y los colaboradores más íntimos del papa, siendo en su inmensa mayoría obispos. De hecho, el papa es electo, de forma vitalicia por el Colegio cardenalicio (la renuncia al pontificado es rara, ya que no acontecía desde la Edad Media y por última vez el 28 de febrero de 2013). Sin embargo, el Papa concedió en el pasado a presbíteros destacados (por ejemplo, ateólogos) lugares de miembro del Colegio, después de superar la edad electoral, desde que ellos se "distingan en fe, moral y piedad".
Muchos de los cardenales sirven en
la Curia Romana, que asiste el papa en la administración de la Iglesia. Todos los
cardenales con menos de 80 años tienen el derecho de votar para elegir un nuevo
papa después de su muerte de su predecesor. A cada cardenal es atribuida una
iglesia o capilla en Roma para hacer de él miembro del clero de la ciudad, de
ahí nació la clasificación de:
·
Cardenal-obispo
·
Cardenal-presbítero
·
Cardenal-diácono
Patriarca
Los patriarcas son normalmente
valores en poder de algunos líderes de las Iglesias Católicas
Orientales sui juris, con sus sínodos, son la máxima autoridad en todos los asuntos de los patriarcados
orientales, sin excluir el derecho de formar nuevas eparquías y nombrar obispos de su rito
dentro de los límites del territorio patriarcal, salvo el derecho inalienable
del papa de intervenir en cada caso. Estos patriarcas son elegidos por sus
respectivos sínodos y después reconocidos por el Papa. En total, existen en
la Iglesia Católica seis patriarcas orientales:
·
Patriarca Católico
Copta de Alejandría
·
Patriarca Católico
Sirio de Antioquia
·
Patriarca
Greco-Melquita de Antioquia, Jerusalén, Alejandría, y de todo el Oriente
·
Patriarca Católico
Maronita de Antioquia
·
Patriarca Caldeo de
Babilonia
·
Patriarca Católico
Armenio de Cilicia
En la Iglesia Latina, algunos grandes e
importantes obispos también reciben el título de Patriarca, a pesar de que el
título sea solamente honorífico y no les dan poderes adicionales. Por lo que no
tienen el mismo poder que los patriarcas orientales. Entre los Patriarcas
latinos se cuentan el Patriarca Latino de Jerusalén, el Patriarca de las
Indias Orientales, el Patriarca de Lisboa y el Patriarca de Venecia. Los Patriarcas, ya sean del rito latino o del rito oriental gozan de precedencia, aunque sólo sea como
un título honorífico de todos los arzobispos (incluidos
los primados).
Arzobispo
Los arzobispos son prelados que, en la mayoría
de los casos, están al frente de las archidiócesis. Si su archidiócesis
fuera la sede de una provincia eclesiástica (lo que puede no suceder), ellos,
que se volverían arzobispos metropolitanos, normalmente tienen también poderes de
supervisión y jurisdicción limitada sobre las diócesis (llamadas sufragáneas) que forman parte de la
respectiva provincia eclesiástica.
El título de arzobispo metropolitano es también dado a algunos líderes de las Iglesias orientales sui iuris que, debido a su reducido tamaño, no
pudieron ser elevados a Archidiócesis Mayores o a Patriarcados. Existen también
cuatro Iglesias orientales sui iuris que, no
consiguiendo satisfacer determinadas condiciones, solo tuvieron que contentarse
con el grado de Archidiócesis Mayor. Para estas Iglesias, su gobierno es
entregado a un Arzobispo Mayor, que también es elegido
por su respectivo sínodo y después confirmado por el Papa. Estos cuatro
Arzobispos mayores son honoríficamente superiores que los demás Arzobispos de
la Iglesia Católica.
Además de los arzobispos metropolitanos,
existen también muchos otros títulos, como por ejemplo el título de arzobispo
titular, que es dado a arzobispos que no tienen jurisdicción ordinaria
sobre su archidiócesis; y también el de arzobispo primado, que es
dado a Arzobispos de las circunscripciones
eclesiásticas más antiguas o representativas de algunos países o regiones.
Obispo
Los obispos (Diocesano, Titular, coadjutor, auxiliar y emérito) son los sucesores directos de los doce Apóstoles y, por eso,
recibieron el todo del sacramento del orden. Esto les confiere, en la mayoría de los casos,
jurisdicción completa sobre los fieles de su diócesis. Normalmente, solo los
obispos diocesanos (y los Eparcas,
que es el título equivalente de Obispo en las Iglesias católicas
orientales) es que gozan de este poder jurisdiccional.
Además de los diferentes tipos de obispos,
existen también varios títulos y cargos que, por ley canónica, son equivalentes al del obispo
diocesano:
·
Abad Territorial/Abad
·
Prelado Territorial
·
Exarca
·
Vicario Apostólico
·
Prefecto Apostólico
·
Administrador Apostólico
·
Ordinario militar
·
Ordinario personal
·
Prelado personal
·
Eclesiástico Superior de una misión sui iuris
·
Administrador Diocesano
Presbiterado
Los presbíteros (o sacerdotes) son los colaboradores
de los obispos y solo tienen un nivel de jurisdicción parcial sobre los fieles.
Esto porque ellos no recibieron todavía la totalidad del sacramento del orden. Algunos de ellos lideran las parroquias de su diócesis y tienen varios títulos (unos honoríficos, otros no
tanto), como por ejemplo:
·
Vicario
·
Vicario-General o Vicario Judicial
o también, Vicario-Episcopal
·
Monseñor (título
honorífico; no confiere facultades sacramentales adicionales)
·
Protonotario
Apostólico Numerario
·
Protonotario
Apostólico Supranumerario
·
Prelado de Honor de Su
Santidad
·
Capellán de Su
Santidad
·
Canónigo
·
Arquimandrita (solo un título
honorífico usado en las Iglesias orientales sui juris)
Existen dos tipos de padres: religiosos y
diocesanos. Los padres religiosos profesan los votos religiosos de pobreza,
castidad y obediencia. Pertenecen a una Congregación Religiosa, como por
ejemplo los Franciscanos, Salesianos, Scalabrinianos.
Viven una Regla de Vida propia, con un carisma y viven en comunidad y son
misioneros. Ya los padres diocesanos quedan ligados a la diócesis por la cual
fue ordenado. Es el colaborador del Obispo diocesano. No profesan los votos.
Trabajan casi siempre en su diócesis.
Diaconado
Los diáconos son los
auxiliares de los presbíteros y obispos y poseen el primer grado del sacramento del orden. Son ordenados no para el sacerdocio, sino para el servicio
de la caridad, de la proclamación de la Palabra de Dios y de la liturgia. A pesar de eso, ellos
no consagran la hostia (parte central de la misa) y no administran la confesión o reconciliación.
Laicos
La mayoría de los miembros de la Iglesia Católica son laicos, el origen de la
palabra laico viene del griego λαϊκός,
transliterado: laikós, «popular» –de la raíz λαός laós, «pueblo» que tiene la
misión de testimoniar y difundir el Evangelio, así como también como la vocación propia de buscar
el Reino de Dios, iluminando y ordenando las realidades temporales
según Dios, correspondiendo así al llamamiento a la santidad y al apostolado, dirigido a todos
los bautizados. Pero aún así,
también deben participar en las diversas formas de gobierno y administración de
sus iglesias locales importantes e influyentes en el seno de la vida eclesial porque, desde del Concilio Vaticano II (1962-1965), ellos gozan de igualdad en relación al
clero, en términos de dignidad, pero no de funciones. Desde entonces,
los laicos se volvieron, por ejemplo, más activos y dinámicos en la
administración de las iglesia diocesanas, en la catequesis, en el apostolado, en la evangelización, en la solidaridad social, entre otras áreas.
Antiguamente relegado a un papel
secundación de fondos, en la organización y participación de expresiones
Actualmente culto (siendo, como por ejemplo, acólitos, lectores o miembros de la
cantoría) y de otras actividades parroquiales o de católicos practicantes. , los laicos hoy se
volvieron cada vez grupos: el de los católicos no practicantes, que tiende ser cada
vez mayor en los países desarrollados y occidentales; y el de los [[católico
practicantes, en la reclasificación no está oficializada por la Iglesia
Católica.
Consagrados
Las personas consagradas, que pueden ser laicos
o clérigos, normalmente se agrupan en institutos religiosos o en institutos seculares, existiendo sin embargo
aquellos que viven aisladamente o hasta en comunidad abierta, junto a los otros
laicos no consagrados. Ellos decidieron vivir una vida consagrada de modo
especial a Dios con la profesión de los consejos evangélicos: castidad en el celibato, pobreza y obediencia". Entre estas
personas, algunas aceptan llevar una vida de clausura monásticao conventual.
Esta forma de vida es reconocida y supervisada
por la Congregación para los
Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (los consagrados
de rito oriental es también supervisado por la Congregación para las Iglesias
Orientales), siendo clasificada por la Iglesia Católica como una respuesta
libre a una llamada particular de Cristo, mediante la cual los
consagrados se entregan totalmente a Dios y tienden a la perfección de la caridad sobre el
movimiento del Espíritu Santo.
Entre los diferentes tipos de personas
consagradas y títulos existentes se destacan:
·
Abad y Abadesa (en las Abadías)
·
Monje y Monja (el los Monasterios)
·
Fraile y Hermana (en los Conventos)
·
Ermitaños (en los Eremitorios)
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