Exorcismo católico
El ritual de exorcismo
incluye la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, y el uso de
objetos que pueden repeler al ente, en este caso un demonio,
como crucifijos,
agua bendita, reliquias, entre otros. El exorcismo en la
teología católica halla su base en los textos evangélicos donde se narran las
liberaciones y expulsiones de demonios que realizó Jesús como
con los endemoniados de Gadara (Mt. 8,28 ss) a un joven (Mc. 9,21) mencionando
por ejemplo que para vencer a algunos demonios se requería la práctica de ayuno
y oración (Mt. 17,19) un poder que incluso tenían sus discípulos (Lc. 10,17).
Siete casos específicos de posesión se relatan en los evangelios. En los
primeros siglos no existían fórmulas precisas para exorcizar, aunque sí el carisma de
expulsar demonios, el cual era usado por los apologistas cristianos para
mostrar la divinidad del cristianismo, por ejemplo Tertuliano (Apología.
23) o Minucio Félix (Octavio 27).
El primer libro con
fórmulas de exorcismo es el Statua Ecclesiæ Latinæ a fines del año
500, surge así una literatura exorcista con libros como el Malleus Maleficarum de 1494 (J.
Sprengurus) el Flagellum Dæmonum de 1606 (V. Polidorus), Manuale
Exorcistarum (C. Brognolus) 1720.
Según el artículo del Catecismo de
la Iglesia Cátolica #1673:
Cuando la Iglesia pide
públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un
objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su
dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de El tiene
la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7,13; 16:17). En
forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El
exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un obispo o un sacerdote con el
permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia,
observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo
intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la
autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. (...) Muy distinto es
el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la
ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el
exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad.
(cf. CIC can. 1172).
Principales criterios
para el correcto discernimiento de posesión diabólica según el nuevo ritual
Habiendo sido
descartada una anomalía psíquica, ya sea patológica o paranormal, suelen
considerarse signos de posesión diabólica: La aversión vehemente hacia Dios, la Virgen,
los Santos,
la cruz y las imágenes sagradas.
Además, dependiendo del
fin bueno o dañino para el cual las emplea, se podrá discernir si las
siguientes producciones de la persona investigada, son dones de Dios, o signos de posesión:
El hablar con muchas
palabras de lenguas desconocidas o entenderlas.
Hacer presentes cosas
distantes o escondidas.
Demostrar más fuerzas
de lo normal.
Para la práctica del
exorcismo es necesaria la autorización del obispo, que
puede ser concedida vez por vez para cada caso específico o de manera general y
permanente al sacerdote que ejerce el ministerio de exorcista en la
diócesis.
Los sacerdotes de
la Iglesia católica para la realización del
exorcismo lo hacen bajo lo estipulado en el Ritual romano.
Actualmente se debería utilizar la versión aprobada por el Sumo Pontífice en
enero de 1999.
Entre los más
destacados exorcistas católicos contemporáneos se destacan Gabriele
Amorth y José Antonio Fortea Cucurull.
El Papa Juan Pablo II aprobó este texto para su uso en todo el mundo. Esta nueva fórmula de exorcismo es el resultado de una petición de la Conferencia episcopal alemana para que se elimine el Ritual Romano, y específicamente el exorcismo, en su totalidad. El nuevo Ritual Romano ha sido objeto de duras críticas por elementos del Vaticano y exorcistas destacados como fray Gabriele Amorth. No obstante, en el prólogo a la obra revisada se permite conservar el ritual antiguo, incluyendo el exorcismo tradicional en latín.
Palabras que se dicen en un exorcismo
Exorcizamus te,omnis immundus spiritus, omnis satanica potestas, omnis incursio infernalis adversarii, omnis legio, omnis congredatio et secta diabólica
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